Toptenbooks Challenge

1. Trópico de Capricornio. Henry Miller. Probablemente es el primer libro con el que me sentí completamente identificada desde la primera página. Encontré el sosiego que ofrece Abelardo en el epígrafe. Me enamoré de la prosa milleriana al ver que se puede escribir majestuosamente acerca de un acto obsceno y a la par, ser reflexivo.

2. Los Detectives Salvajes. Bolaño. La bildungroman de todo escritor. Hay que escribir hasta en las orillas de los diarios, sí, pero no sin antes, haber tenido encontronazos con el mundo real.

3. Diablo Guardián. Xavier Velasco. Tenía 25, me llamo Alba. Quería dejar de pensarme la Maga y encontré en Violetta una cómplice que resultó mi tocaya. Aprendí que un hombre puede lograr perfectamente la voz de una mujer en un texto.

4. Rayuela. Córtazar. Era el 2007 y creía que el amor ( a fortiori) era una orquesta de casualidades. La Maga y Horacio me dieron la razón mientras este último y sus amiguitos me dieron las armas suficientes para preguntarme : ¿ quién es ese Spinoza, por qué la Maga dejaría absorto a Santo Tómas? ¿ qué son los ríos metafísicos? ¿ y La Gran Costumbre? Una noche platicando con mi amigo Mario, me respondió : Lissette, creo que lo que necesitas es estudiar Filosofía. Y aquí me tienen retomando la tesis.

5. Siete noches. Borges. Borges hace gala de su erudición en siete conferencias, no realiza citas extenuantes, su bagaje intelectual fluye hermosamente, te atrapa haciéndote creer efectivamente, que el cielo debe ser una biblioteca.

6. Las flores del mal. Baudelaire. Hallábame en el 2002 probablemente aburridísima en la biblioteca de la FCA. El titulo llamó mi atención, lo abrí y me dí cuenta que la poesía era algo más que palabras rosas; supe que era desgarramiento, ahondar en los recovecos más putrefactos del alma. Mirar con otros ojos el mundo.

7. El libro del desasosiego. Pessoa. Detrás de un contador puede estar un hombre ( o muchos) ansioso/s por llenar páginas y páginas para sustraerse de la cotidianidad y plasmar su visión de ésta.

8. Poesía completa.Pizarnik. Enamorarse del lenguaje porque lenguaje y dedicarle poemas porque es el refugio ante los desamores y ante esa inteligencia que paraliza y nos paraliza.

9. La vida sexual de Emmanuel Kant. Botul. Quien quiera que sea el autor legítimo, nos dotó de horas de cotilleo sin fin a los fans del pequeño regio.

10. Memorias de una joven formal. Beauvoir. Cuando Castor relata que Joe de Mujercitas fue su ejemplo para dedicarse a las letras, recordé las tardes en que veía la versión caricaturizada de dicho libro y quería ser tan rebelde y » diferente» como Joe. ¿ Quien dijo que debía casarme y tener hijos? ¿ Por qué no seguir otro camino?

Más el top5 filosófico

1. Vigilar y castigar. Foucault. Eran las 8 de la mañana y escribía apuradísima un ensayo que era para las 12. Al leer un fragmento en el que F. Dice que todo está maquilado de manera tal que nos hagamos dóciles y obedientes cual ovejas me levanté de súbito comprendiendo estrategias de mi lugar de trabajo. Terminé mi ensayo y al llegar a la oficina empecé a poner atención a los detalles más minúsculos para darme cuenta que el pelón tenía razón.

2. El Capital. Marx. El mundo es mercancía, tu eres mercancía. ¿ cómo sustraerte a esa sustancialización de tu yo-si y solo sí trabajador? Mira dude, así opera el Capital y por mucho que te quieras zafar, PELAS, hasta mercado para las feministas y LGBTI existe. ¿ el Ché? En playeras de Furor.

3. Investigaciones Filosóficas de Wittgenstein. ¿ escribir ensayos y hojas eternas con perorata filosófica? Ño. Parágrafos breves y concisos que te machacan la cabeza. ¿ que el lenguaje es formal y nunca cambia? Mira manito, te presento a los juegos de lenguaje, hasta mi otrora yo estaba medio mensito en eso.

4. El Segundo Sexo . Beauvoir. La pequeña y dulce Castor le da en la madre a su formación burguesa y decimonónica tardía para decirnos a las chicas de hoy ( tururu, tururú) que podemos llegar a ser mujeres y construirnos.

5. Lecciones de Filosofía de la Historia Universal. Hegel. Un texto del viejo Hegel en el cual nos dice con peritas y manzanas a que se refería con » espíritu» en la Fenomenología. Vemos a un Hegel más encueradito de su Ilustración, contrario al Hegel de la Fenomenología ( tambien muy chulo) pero que quería romper a toda costa los paradigmas epistemológicos de la época.

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